9 de febrero de 2012

Hora de partir


Una sinfonía de piano, dulce, tranquila y melodiosa sonaba a lo lejos. Eran las 7.00 y aún tenía que ultimar las cosas que me quedaban antes de salir, antes de coger el tren de las 12.00 que me llevaría a Madrid. Me faltaban ganas después de estos magníficos días viendo continuamente a Sam. Los días hasta volver a vernos se me iban a hacer eternos. Me giré para darle un beso de buenos días, pero me quedé con las ganas, en su almohada había una nota que decía:



“Amor mío, es Lunes y después de Navidad hay mucho trabajo. Me ido antes de que despertases porque ver como te ibas me partiría en dos, aunque ya lo ha hecho ver la maleta preparada, significa largos e interminables días sin ti, pero en mi cabeza estarás conmigo a todas horas y cada minuto del día. Llámame cuando llegues, estudia mucho y no vayas a muchas fiestas en la capital sin mi. Miles de besos y 2 palabras que lo dicen todo, TE AMO. “

Vaya… se había ido antes de que me hubiera podido despedir de él, así se hacia mas dura la ida. Estaba sola en casa así que me puse a recoger lo poco que me quedaba ya y a dejarles a mis padres una nota; odiaba eso de las notas dejando algún mensaje.


Me vestí. Me enfundé unos vaqueros, una camisa a cuadros y un jersey rojo, con unos botines de ante de igual color, bajé a desayunar, aunque no tenia muchas ganas, me hice un zumo de naranja y unas tostadas con fuagrás. Cuando terminé eran las 11, tenia literalmente una hora para bajar al Vial y coger el tren. Llamé al estudio de mi primo para ver si podía acercarme a la estación, ya que era una total y completa tontería bajar en coche para dejarlo allí casi 1 mes. En cuestión de minutos Marcos, mi primo, estaba ayudándome a meter la maleta en el coche, cerré la puerta lentamente esperando que algo o alguien me retuviera allí, pero solo era un simple deseo en mi cabeza. Llegamos a la estación y Marcos se quedó conmigo hasta verme bajar aquellas escaleras que me llevarían a largos días de estudio en Madrid. Entré en el tren, me senté y en cuanto se cerraron las puertas de éste puse la música a todo volumen. Cerre los ojos y me sumergí en mi misma, en mis pensamientos, mis recuerdo; sin darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario