13 de abril de 2011

22. Vuelta a la realidad --

Después de aquella pequeña reflexión subía la escaleras, buenas noches- dije a mis padres desde la escalera. Seguí hacia la derecha y me dirigí hacia mi habitación, antes entre a la habitación de Zoe.
Estaba durmiendo, como supuse, agarrada al peluche que Sam le había regalado. Me acerque y la bese, acto seguido la arrope y salí de su habitación.

Zoe, que haría sin ella, ha llenado mis días de alegría desde que llego, siempre se quiere a un hermano, pero no supuse que llegaría a querer tanto a aquel bicho de casi 3 años y medio. Zoe llamaba mucho la atención por la calle, es preciosa, una muñeca de porcelana cono suelo decirle yo, o una princesa como suele llamarla papá. Lo primero en lo que te fijas al verla son en los gigantescos ojos que lleva por zafiros, un azul claro pero intenso, sondeado de un tono negro el cual los hace aun mas intensos, misteriosos y llamativos; de cabello largo y marrón como el chocolate, y con esa gracia que la caracteriza. Así es ella, así es mi pequeña, así es la joya que posea casi por completo mi corazón.

Cerré la puerta de su habitación y continúe hasta la mía, no sin antes pasar por el baño para quitarme las lentillas, tenia los ojos rojos, necesitaba darle un descanso.
Entre en mi habitación y en encendí el ordenador, la lucecilla del MSN estaba encendida, quien seria, lo abrí y tenia algunos mensajes de mis amigas invitando a dar una vuelta mañana por la ciudad, iría sin duda, tenia muchísimas ganas de estar con ellas. Y el ultimo de los mensajes era de... ¿Iván? Que querría, lo habría y comencé a leer.

•Hola hámstercillo (así era como me llamaba), me ha gustado mucho volver a verte, aunque hubiera preferido hacerlo en otras circunstancias, tienes libre mañana me gustaría que me pusieras al día sobre tu vida y me enseñaras tu casa, me he quedado con ganas de verla•
Me quede perpleja, aun seguía conectado y empecé ha hablarle.
•hola, a mi también me ha gustado mucho volver a verte. No hay mucho con lo que ponerte al día, y si mañana por la mañana tengo libre, estoy sola en casa mis padres se van a trabajar, puedes pasarte sin problemas•

Me levante del asiento y me dirigí al cuarto de mis padres, entre, mi madre aun estaba despierta leyendo un libro;
Mama—
Dime cielo— dijo mientras levantaba la miraba del libro.
Mañana va a venir Iván por la mañana, quiere que le enseñe la casa—
Vale, pero échale de vez en cuando a tu hermana un vistazo.
Vale—
Me retire y volví a mi habitación.

•¿Te viene bien a las 11.30?•
•Claro, nos vemos a esa hora. Por cierto, cierro el MSN que quiero mirar algunas cosas de la universidad y si lo dejo abierto seguro que ni distraigo. Hasta mañana.•
•Vale, un beso guapísima, no te acuestes muy tarde jajaja•

Cerré el MSN, pero... Que le había picado ahora a este... No entendía a que venia tanta simpatía.

Puse un poco de música ambiental y empecé uno de los trabajos de la clase de italiano que tenia que entregar a la vuelta. Tras unas horas mire el reloj, eran las 3.30 de la mañana, no me había dado cuenta de la hora que era, guarde el trabajo y cerré el PC, ya lo tenia casi terminado solo me faltaban ultimar. Me desvestí y me puse el pijama, me metí e la cama aún desecha....

Una mañana de finales de Diciembre.

En la lejanía sonaba "Solamente tu" de Pablo Alborán, aun estaba dormida así que por esa razón lo oía tan lejos. Cogí el teléfono y apagué la alarma. Me frote los ojos, eran las 9.30, mis padres se fuero temprano a trabajar. Me Levante y asome a la habitación de Zoe, seguía durmiendo, así que aproveché para darme una ducha.

Tras la relajante ducha, me vestí con unos vaqueros, una camiseta y un jersey, y unos deportes.

Baje a la cocina y desayune, un zumo de naranja recién exprimido y unas tostadas. Mientras desayunaba Zoe entró en la cocina.

Tengo hambre- afirmo mientras intentaba subirse en el taburete.
Buenos días pequeñaja— le dije mientras la ayudaba a subir— ¿qué quieres tomar?—.
Cereales, por favor—
¿Leche caliente o fría?—
Caliente—

Saque la leche de la nevera, la vertí en un cuenco y la metí en el microondas para calentarla.

Vamos pequeña, vamos a vestirte— le decía mientras la cogía en brazos.
¿Que te ponemos hoy?— le decía mientras la ponía sobre su cama.
Abre el armario y lo vemos— decís mientras pegaba pequeños saltitos sobre el colchón.
Quítate el pijama— le dije mientras buscaba los deportes.
¿Te gusta?— pregunte a la par que ponía sobre la cama un mono vaquero con una camisa a cuadros rosas y blancos.
Sí, mucho—
Venga, bájate de la cama que te voy a vestir—

Le puse primero unos pequeños calcetines color rosa a juego con la camisa; a continuación comencé a ponerle el mono, se lo subí hasta la cintura para poder ponerle la camisa, tras ello le termine de poner los tirantes del mono y después le puse sus pequeños deportes blancos.
La baje de la cama — ya esta, vamos a peinarte—
Me cogió de la mano mientras llegábamos al baño — ¿te dejo el pelo suelto o recogido? — pregunté.
Recogido—
¿Te hago una cola de caballo o dos coletas?—
Me da igual— me sonrió
Cogí el peine y comencé a peinar su maravilloso y larga melena, para ser tan pequeña tenia un pelo muy largo que le llegaba por encima del culo, mientras lo peinaban los pequeños rizos que se le creaban abajo se desasían y volvían a su forma conforme pasaba el peine sobre ellos; recogí todo el caballo en mi mano y comencé a subirlo para hacerle una cola — acércame una goma cariño—
¿Que color?—
Ya que vas de blanco y rosa, uno de esos colores—
me acerco una blanca y rayas rosas y exponía — las compro mama el otro día—
Se la puse y le dije — bueno ya esta pequeña, lista, vamos a desayunar—

Salió del aseo dando pequeños brincos hasta llegar a la escalera, una vez allí la bajo corriendo — A ver si te caes Zoe — dije preocupada.
Baje las escaleras y entre en la cocina y allí estaba ella, cogiendo los cubiertos de los cajones para tomar su desayuno.
Saque la leche, estaba templada, se la di y abrí unos de los armario de arriba — ¿cuáles quieres?—
Los de la caja naranja— respondió señalándolos con un dedo.
Escogió unos de chocolate, los abrí y vertí unos pocos sobre la leche — ¿Quieres mas?—
No—
Me dirigí hacia el salón para poner un poco de música y volví a la cocina y conecte el hilo musical que mi padre instalo en la casa. Empezó a sonar "Resucito" de Despistaos, me encantaba aquella canción, es tan enérgica.
Mientras fregaba los platos del desayuno podía escuchar por detrás como tarareaba mi hermana, ya había terminado de desayunar y ahora estaba inmersa en colorear un gran libro que le había regalado "Papá Noel".

El timbre sonó, ¿ya eran las 11.30?

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