31 de enero de 2011

6. Rumbo a la ciudad de la luz--

La noche paso en milésimas de segundo tras conocer la sorpresa que Sam me había preparado. A las 7 de la mañana un 25 de diciembre nos encontrábamos en el aeropuerto de sevilla para coger un avión a la ciudad que durante 4 DIAS acogería y seria parte de el amor que crecía entre nosotros.

  Eran las 8.20 y el avión ya había despegado, a mi me llenaba ese cosquilleo dentro de nuevas sensaciones.
El vuelvo se realizo tranquilo, sin turbulencias.

  Al llegar a Paris, nos dirigimos hacia un taxi y Sam le indico la calle donde nos debía llevar, la dirección de nuestro alojamiento durante esos días.

  A medida que íbamos avanzado nos fuimos adentrando a la ciudad, se podía ver a lo lejos la catedral de notre dame, la torre Eiffel y todos los monumentos que poco después tendría la oportunidad de visitar uno a uno.

  De repente el taxi hizo un movimiento brusco y se adentro en una calle poco transitada, parecía el casco antiguo de aquella zona. Sam me observaba con aquella mirada tierna con la que siempre me miraba, mientras yo miraba por la ventanilla emocionada todo aquello.

  Conforme tenía fin la calle los erudición se hacían mas antiguos, pero mucho mas hermosos eran, una antigüedad por fuera pero por dentro quien sabe lo que pueden esconder. El taxi se paro frente a uno de estos edificios antiguos, la fachada era azul con un tono grisáceo, y por la apariencia debería de tener unas 5 plantas, espero que tenga ascensor- pensé a verlo.

  Eran increíbles las cosas que había visto desde que llegue a la capital parisina. No quería marcharme de allí, quería quedarme allí para siempre, viviendo nuestra historia de dos.


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