El resto de los meses hasta junio
pasaron muy rápido y sin cambio alguno. Al día siguiente de conocer a Aless
antes de ir a la Universidad me dirigí a un tienda de teléfonos y di de baja mi
numero. Compre uno nuevo y le mandé un SMS a todos mis amigos diciéndoles que
este era mi nuevo numero que lo apuntaran y que por favor no se lo dieran a
Sam.
Como dije el resto de los meses
pasaron muy rápido, mi cumpleaños lo pase en el piso, mis chicos me organizaron
una pequeña fiesta que termino en el reservado de una de las discotecas más
famosas de Madrid. La mayoría de los día en Semana Santa los pase en Sevilla
con Alex, ya que a las dos nos encantaba ese mundo y nos apasionaba ver como el
caballo de “Tres caídas” entraba en la Calle Sierpes cada madrugá.
Mi amistad con Alessandro fue
creciendo y la complicidad era cada vez mayor. Todos los días quedábamos a la misma
hora en la Cafetería de la Universidad para contarnos que tal nos había ido el
día. Y quedábamos también fuera del Campus para salir de fiesta o simplemente
para salir a cenar. Él se quedaba en mi piso muchas veces a dormir y yo en su
casa, muchos llegaron a decir que éramos pareja, pero eso por el momento no iba
a pasar. Yo estaba disfrutando de mi soltería y él quería disfrutar al máximo
su estancia en España. Pero me entraba una sensación rara, que no sabría como describir,
cada vez que insinuaban que éramos pareja.
Con Junio, como de costumbre, llegaron
los exámenes del semestre final. Era la primera vez que me enfrentaba a ellos,
al igual que los de Febrero, y esperaba no suspender ninguno. No quería estar
todo el verano estudiando lingüística o Italiano. Aunque si me quedaba, tendría
mi profesor particular, y quién mejor que un italiano nativo. No era mala la
idea la verdad, pero el volvería a Italia y yo a Córdoba. Y no creo que le
hiciera mucha gracia estar 3 meses más sin ver a su familia solo porque yo le
pidiera ayuda. Y por otro lado, a mi no me hacia ni pizca de gracia pasarme el
verano en Madrid sin pisar la playa.
Hice los exámenes lo mejor que pude, y
a principios de Julio supe que no había suspendido ninguna, eso me alegro, ya
que estaría libre todo el verano para viajar donde quisiera.
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